Érase una vez una cebra feliz. Un día, sin embargo, chocó contra un árbol y sus rayas cambiaron. Entonces intenta arreglarlo, pero cuanto más lo intenta, más diversas son las formas que aparecen en ella. Al final, la cebra infeliz descubre que, gracias a su singularidad, será una estrella de éxito para los demás.